Todo empezó con una cafetería en el centro de Zaragoza. Los dueños sabían que perdían dinero, pero no entendían dónde ni por qué. Después de tres meses trabajando con sus números, identificamos que el problema no estaba en los costes obvios, sino en la rotación de inventario y la estructura de turnos.
Esa primera experiencia nos enseñó algo fundamental: los números cuentan historias, pero hace falta saber escucharlas. Desde entonces, cada análisis que realizamos busca esas narrativas ocultas en los datos financieros.
Hoy nuestro equipo combina experiencia contable tradicional con herramientas de análisis modernas. Pero el enfoque sigue siendo el mismo: entender el negocio real detrás de los números y ofrecer soluciones que funcionen en el día a día empresarial.

